Don Santos Xitumul y Doña Agustina son una pareja que han vivido, crecido, convivido, relacionado y establecido hace años entre el límite de la comunidad de Coxojabaj y Raxjut Rabinal, aunque formalmente ellos pertenecen a la comunidad de Raxjut son de los hogares que se encuentran en el límite de la aldea. El entorno de la vivienda en una primera mirada se observa coníferas que son las que predominan y en una de las vueltas del camino sinuoso podemos llegar al hogar de la familia. Al entrar es imposible ignorar el trabajo minucioso en el área de traspatio donde prevalece algunos ornamentales; una vez dentro de la vivienda se pasa por la pila, un espacio de suma importancia aunque precario debido a la limitante del vital líquido, que únicamente alcanza para los oficios domésticos, pero esto lo indagaremos más adelante.   Al entrar a la vivienda la familia se muestra servicial ofreciendo la comodidad de su hogar y de forma amable empieza a describir lo que significa para ellos vivir en un espacio un tanto retirado de más viviendas y como a través del tiempo han ido adaptando los medios para su subsistencia.  

 

De ser una comunidad alta del municipio, también cuenta con las características como las del pueblo, altura promedio (lo curioso es que se mide mucha veces por la hiladas del material elaborado ejemplo: hiladas de block; un block mide 20 cm de altura, el adobe que es a base de barro 15 cm, en este caso 20 hiladas de adobe), techo de lámina, ventanas, puertas de madera y por la época de visita (primera semana febrero 2021) hay ayotes, frijol, maíz que está en proceso de su manejo post cosecha es decir tratar de conservarlo para la siembra venidera, siendo  en la época de lluvia, según el calendario agrícola.

Hogar de la familia Xitumul Alvarado, ubicada entre el límite de la comunidad de Coxojabaj y Raxjut (foto by; Cadejo)

Al momento de la visita de la familia, se encontraban ante una transición de etapa climático, a pesar que el año anterior las lluvias fueron de manera favorable no se refleja en la recargas de los pequeños riachuelos que se encuentran alrededor,  ahora se encuentran a la entrada de los meses críticos de la época seca  y donde el elemento agua es determinante para poder mantener sus medio de subsistencia.

Al conversar con doña Agustina que  es una mujer Maya Achí, comadrona, con cargo dentro del liderazgo de su comunidad, de sonrisa amplia, menuda, su rostro adornado por arrugas que se visibilizan al expresar su curiosidad, curtida por el trabajo de campo reflejada en su manos, se le asoman algunas canas, pero sobre todo con una energía de entablar una conversación explicando su labor de comadrona que consiste en servir a sus vecinos y como en los últimos años se ha adaptado a la producción de ornamentales.

Indica que junto a don Santos iniciaron por la necesidad de generar ingresos y porque cada día se les complica que se les contrate para un jornal por la edad, por lo que  tuvieron que ingeniar para generar sus ingresos, se dispusieron del terreno alrededor de su hogar para empezar con los huertos que gracias al apoyo de algunos vecinos pudieron intercambiar como cilantro, rábano, cebolla, hierbas, pero la producción se suspendió por el acceso al agua.  Por iniciativa de doña Agustina que recorría la comunidad en su cargo de comadrona fue recolectando, esquejes, tallos, semillas, bulbos, guías,  vástagos de ornamentales, por lo que fue llenando su área de traspatio; improvisando con bolsas reutilizadas, botes y tablones son medios que fueron necesarias habilitar hasta formar una parcela de ornamentales, hasta el punto que un tiempo determinado pudieron generar excedentes y tuvo que viajar al día de mercado al área urbana del municipio para venderlas. Ella se sorprendió de la demanda de sus flores, por lo que quedó con la inquietud de ampliar su área de siembra, a través del tiempo pudo determinar y diversificar su área quedándose con las más comerciales.

Recorrido por su área de traspatio donde se visibiliza la producción de azucena que menciona que es la más comercial en estos últimos meses foto by: Cadejo

Guiados por don Santos, doña Agustina y su nieto juntos recorrimos sus dos áreas de siembra, ahí se puede apreciar un trabajo minucioso, el tiempo invertido en la siembra, mantenimiento y reproducción de los ornamentales y la pila de la entrada del hogar ha sido determinante para su producción;  a través de tubos de pvc han improvisado unas conexiones para encauzar el agua del lavado y otros usos domésticos para que el vital líquido pueda trasladarse en cada una de las parcelas para la producción de las flores.  Al final la pareja menciona, que  se han dedicado tiempo completo en el trabajo que conlleva su mantenimiento, es visible la limitación del agua y se menciona que aún no ha empezado la época crítica, pero de momento es el medio de subsistencia para la familia.  Al cuestionar por qué se quedaron con las flores?

-mencionan que: “por el agua, empezamos con huertos pero necesitaba mucha agua y lo malo que se estaba escaseando, las flores pues podemos utilizar el de la pila y además no es para consumir y son un poco más resistentes”. 

También aclaran que algunas plagas han sido más resistentes e insistentes en los últimos años.  

Dado a la circunstancias actuales, relacionado a la pandemia, también ha afectado a su actividad económica;

- “como también he reducido mi producción por el agua, en las visitas que hago llevo los ramos bien elaborados y las vendo acá en la comunidad y eso me ha ayudado para comprar algunas productos como el azúcar y el jabón”.  

Don Santos en su inquietud menciona que le gustaría que se le orientará, debido a que tiene la necesidad de un reservorio de agua para poder abastecerse en estos meses críticos, mencionando a que el terreno y la disponibilidad de un riachuelo le facilitarían la distribución en su parcela, pero por las limitaciones no puede proveerse de esa facilidad.  Al terminar el recorrido solo nos embargaba ese sentimiento de impotencia y a la vez de ánimos para poder visibilizar la historia y de alguna manera contar la experiencia de la familia que estamos seguros  no es única ni particular, como este proceso hay otras familias circunvecinas que necesitan ser visibilizadas, pero principalmente de apoyar estas iniciativas, que no necesariamente debe suscribirse únicamente en apoyo material sino en acompañamiento para mejorar el área.